miércoles, 11 de mayo de 2011

OBESIDAD

¿QUÉ ES?

La obesidad es una enfermedad crónica tratable. Se produce cuando existe un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo. Aparte del problema que de por sí representa la obesidad, los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen porque actúa como un agente que exagera y agrava a corto plazo y de forma muy evidente patologías graves como la diabetes, la hipertensión, las complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica), e incluso algunos tipos de cáncer como los gastrointestinales.
Con excepción de las personas que son muy musculosas, aquellas cuyo peso supera en un 20 por ciento o más el punto medio de la escala de peso según el valor estándar peso/altura, son consideradas obesas. La obesidad puede ser clasificada como leve (del 20 al 40 por ciento de sobrepeso), moderada (del 41 al 100 por cien de sobrepeso) o grave (más del cien por cien de sobrepeso). La obesidad es grave en solamente el 0,5 por ciento de las personas obesas.

CAUSAS

Hay muchas causas implicadas en la aparición del problema. Aparte, de los malos hábitos de vida (mala alimentación y falta de ejercicio físico) también existen factores genéticos y orgánicos que inducen su aparición.Investigaciones recientes sugieren que, por término medio, la influencia genética contribuye en un 33 por ciento aproximadamente al peso del cuerpo, pero esta influencia puede ser mayor o menor en una persona en particular.
También pueden influir los factores socioeconómicos. Estos factores influyen fuertemente en la obesidad, sobre todo entre las mujeres. En algunos países desarrollados, la frecuencia de la obesidad es más del doble entre las mujeres de nivel socioeconómico bajo que entre las de nivel más alto. El motivo por el cual los factores socioeconómicos tienen una influencia tan poderosa sobre el peso de las mujeres no se entiende por completo, pero se sabe que las medidas contra la obesidad aumentan con el nivel social. Las mujeres que pertenecen a grupos de un nivel socioeconómico más alto tienen más tiempo y recursos para hacer dietas y ejercicios que les permiten adaptarse a estas exigencias sociales.
Y por último están los factores psicológicos, que durante un tiempo fueron considerados como una importante causa de la obesidad, se consideran actualmente como una reacción a los fuertes prejuicios y la discriminación contra las personas obesas. Uno de los tipos de trastorno emocional, la imagen negativa del cuerpo, es un problema grave para muchas mujeres jóvenes obesas. Ello conduce a una inseguridad extrema y malestar en ciertas situaciones sociales.

SÍNTOMAS DE OBESIDAD

La acumulación del exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede ejercer presión en los pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, incluso con un esfuerzo mínimo. La dificultad en la respiración puede interferir gravemente en el sueño, provocando la parada momentánea de la respiración(apnea del sueño), lo que causa somnolencia durante el día y otras complicaciones.
La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona inferior de la espalda y agravamiento de la artrosis, especialmente en las caderas, rodillas y tobillos.
Los trastornos cutáneos son particularmente frecuentes. Dado que los obesos tienen una superficie corporal escasa con relación a su peso, no pueden eliminar el calor del cuerpo de forma eficiente, por lo que sudan más que las personas delgadas. Es frecuente asimismo la tumefacción de los pies y los tobillos, causada por la acumulación a este nivel de pequeñas a moderadas cantidades de líquido (edemas).

TIPOS DE OBESIDAD

La obesidad se clasifica en dos tipos: central o androide y periférica o imoide. La primera es la más grave y puede conllevar importantes complicaciones patológicas. La obesidad central localiza la grasa en el tronco y predispone a sufrir complicaciones metabólicas (especialmente la diabetes tipo 2 y las dislipemias). La obesidad periférica acumula el depósito de grasa de cintura para abajo y produce problemas de sobrecarga en las articulaciones.

• Obesidad mórbida.

La obesidad mórbida es una de las enfermedades más características de nuestro tiempo, sobre todo por el número de complicaciones que tiene asociadas. Para tratarla es necesario el empleo de la cirugía, ya que las dietas no surten ningún tipo de efecto. Las técnicas para reducirla son de dos tipos: reseccionistas, encaminadas a inducir una mala absorción de los alimentos, o restrictivas. Las segundas son menos agresivas, ya que no precisan resecar nada; basta con reducir el tamaño del estómago para que el paciente no pueda comer. La cirugía reseccionista es la única forma de que el enfermo pierda peso en muchos casos de obesidad mórbida. Con las técnicas reductoras se producen menos efectos secundarios, pero no se pierde peso con la misma facilidad. Existen tres técnicas quirúrgicas para la obesidad mórbida: la gastroplastia vertical o técnica de Maxon, la gastroplastia con banda gástrica ajustable o el "by-pass" gástrico.

• Obesidad infantil.

Entraña alteraciones endocrinometabólicas que condicionan un mayor riesgo cardiovascular en la edad adulta. Estos factores se relacionan, fundamentalmente, con la edad de inicio de la obesidad y con el tiempo de evolución. Cuando la obesidad se presenta en edades muy tempranas o cuando el tiempo que se ha estado padeciendo es prolongado, el riesgo de presentar eventos cardiovasculares en la edad adulta es también más elevado. Los médicos aconsejan que para prevenir la obesidad en los niños es bueno que la dieta sea variada y elástica, reduciendo las grasas de la bollería, pastelería y la comida industrial en general. También es fundamental que hagan ejercicio, que sean conscientes de que deben tener una alimentación sana y que no vean tanto la televisión.

TRATAMIENTOS

La mejor forma de tratar la enfermedad es previniéndola, identificando precozmente a los pacientes en los que a partir de los 20-25 años comienza a cambiar el peso. Los médicos consideran que el obeso debe ser considerado como un enfermo crónico que requiere un tratamiento a largo plazo, con normas alimentarias, modificación de los hábitos de conducta, ejercicio físico y terapia farmacológica. Los nuevos enfoques terapéuticos están basados en promover una pérdida de peso con programas de control de las enfermedades y problemas asociados, que dan lugar a problemas vasculares, cardiacos y metabólicos.
El obeso no debe perder kilos sino masa grasa, con pérdidas pequeñas y duraderas que impliquen una rentabilidad metabólica. Es necesario consolidar la pérdida de peso a largo plazo, y además, reducir el riesgo de muerte prematura, de enfermedad cardiaca, metabólica y vascular. En ciertos casos, los médicos pueden decidir que, además de cambiar la dieta y realizar ejercicio físico, es necesario completar el tratamiento con fármacos, que deben ser administrados con una dieta moderadamente hipocalórica y equilibrada.

lunes, 24 de enero de 2011

ORIGEN DE LAS ISLAS BALEARES

Las Islas Baleares son un archipiélago del Mediterráneo frente a las costas de la península ibérica. La insularidad es la característica más destacada de este territorio. Está formado por tres islas mayores (Mallorca, Menorca e Ibiza), dos menores (Formentera y Cabrera) y numerosos islotes.



Las Baleares se formaron con el plegamiento alpino de los materiales sedimentados en el mar de Tetis. Los más antiguos, del Paleozoico, se encuentran en Menorca, isla que está relacionada con la dirección del plegamiento pirenaico, mientras que el resto del archipiélago está relacionado con el plegamiento bético.
La orogenia alpina es una etapa de formación de montañas (orogenia) que durante el Cenozoico formó las principales cadenas montañosas del sur de Europa y Asia, comenzando en el Atlántico, pasando por el Mediterráneo y el Himalaya y terminando en las islas de Java y Sumatra.
Los movimientos convergentes entre las placas tectónicas comenzaron ya en el Cretácico Inferior, pero las grandes etapas de formación de montañas se iniciaron del Paleoceno al Eoceno. La mayoría de la orogenia se produjo durante el Oligoceno y Mioceno, continuando en la actualidad en algunas de las cadenas montañosas alpinas.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Primeros Átomos en el origen del universo.

La Creación de los Átomos.

Cuando la temperatura descendió lo suficiente, los electrones fueron capaces de permanecer sujetos a los protones que se habían formado, formándose así los primeros átomos del universo. Aún pasarían 300.000 años antes de que los fotones fueran capaces de atravesar el espacio sin chocar de forma inevitable con otras partículas.
El universo, de repente, se hizo transparente, y toda la materia del universo, sometida a temperaturas de millones de grados, emitía radiaciones de calor y luz visible que enceguecerían a cualquier ser vivo que lo hubiera contemplado, si es que hubiera sido posible la existencia de seres inteligentes en un momento tan temprano del universo.
En ese momento el universo medía algo menos de dos millones de años luz, unas veinte veces el tamaño de nuestra galaxia, un tamaño que a nosotros nos parece enorme pero que aún es cuarenta mil veces más pequeño que el tamaño actual del universo.

El Universo de Hidrógeno.

Se formaron los primeros átomos, formados por un electrón alrededor de un protón, dando lugar al primer elemento de la tabla periódica, el más simple: El Hidrógeno.
También había muchos neutrones, y éstos chocaban con los núcleos de hidrógeno y, en ocasiones se fundían con ellos, formando átomos de deuterio, con un protón, un neutrón y un electrón.
Como las propiedades físicas y químicas de los átomos las dan sus electrones, un átomo de deuterio tenía las mismas propiedades físicas y químicas que el hidrógeno, con la única diferencia de pesar el doble.
Durante todo el proceso de formación de los átomos, en ocasiones chocaron dos átomos de deuterio, y entonces podía formarse el siguiente elemento de la tabla, el helio, pero en un universo que se iba expandiendo y enfriando con rapidez esto ocurrió pocas veces (relativamente hablando) y cada vez con menos frecuencia.
Unos pocos millones de años más tarde, el universo contenía una ingente cantidad de átomos de hidrógeno, y unos pocos, menos del uno por mil, de átomos de helio, con una cantidad prácticamente despreciable de algunos de los siguientes elementos de la tabla periódica.
El universo era una nube de gas hidrógeno, cada vez más grande y más fría, iluminada tan solo por la radiación de calor del espacio que, conforme disminuía la temperatura se veía cada vez más inmersa en una creciente oscuridad.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Trabajos de CMC

Hola! me llamo Diego y soy alumno de 1º Bach. CC.SS. En este blog iré publicando todos los trabajos que nos manden en clase.